Hace ya más de 30 años que colabore como asistente general haciendo fiestas y bodas para un pequeño grupo de emprendedores, que a la vez eran vecinos, y en su momento, a principios de los 90's, se alquilaban para hacer fiestas a domicilio, en salones, jardines, hoteles y haciendas de la región. Nos conocimos jugando fut en la cuadra de donde vivía mi primo, y en veces hasta jugábamos beisbol y tochito. Yo tendría unos 18 años cumplidos, y junto con mi primo, y los socios, hacíamos equipo para mover las estructuras, bafles, tornamesas, mescladoras, amplificadores, ecualizadores, cajas y cajas de discos lp's, cableado y luces. Era todo un arsenal de cosas, y se tenia que rentar una camioneta grande de redilas para trasladarnos al lugar de la fiesta; yo calculo que en su momento movíamos de 1 a 2 toneladas de equipo por evento.
Las bocinas eran inmensas y el resto del equipo a parte de ocupar mucho espacio era muy pesado. Llevábamos 16 peavey's buffer de entre 80X90X80 cm, que pesaban como 30 kg cada una, y el resto del equipo en ocasiones sobresalía de las redilas del camion.
Cuando hacíamos las fiestas en "Sancris" o en el "Multicolor" y terminábamos de montar el equipo de sonido, agarrábamos para nuestras casas a comer, bañarnos, descansar y prepararnos para lo que yo consideraba "free party". Ya cuando la gente empezaba a llegar al salon, por ahi de las 8pm, todos tomábamos nuestras posiciones para iniciar con la otra parte del trabajo como staff. El salon para eventos tenia capacidad para 400 personas, pero llegamos a ingresar al lugar a más de 600 personas los Sábados de fin . El lugar a las 11 de la noche ya estaba retacado, se retiraban todas las mesas y sillas, y la gente se la pasaba bailando y cotorreando entre si. Era solo música mesclada, nada de anuncios ni de saludos chafas del MC; el dj era uno de los socios al que apodábamos "Chester", este compa una vez que arrancaba ya no paraba y se encargaba de mantener a la gente bailando con rolas del momento que hacían retumbar el lugar, de verdad se armaban muy buenas fiestas y se mantenía la convivencia entre todos, en muy pocas ocasiones se presentaron trifulcas. Yo en la entrada con uno de los organizadores, cuando veíamos que ya estábamos llenos, empezábamos a batear a la gente porque ya no había espacio dentro ni para bailar, era una locura de fiestas, pero a la gente, le encantaba. En veces apoyaba la barra, sirviendo bebidas, o me sentaba un rato a sincronizar las luces robóticas. Me acuerdo que estaba de moda la música rap, hip hop, dance, techno, y rock en español. En ocasiones se armaban las batallas de baile, ya sabes en medio de la pista, salían los dancers cada fin con un paso diferente, las batallas eran de todos contra todos, no había reglas, tampoco insultos, eso si muy buenos movimientos que al final de las batallas dejaban a todos bien cansados y bien bailados. Lo que no me gustaba y a nadie del equipo era la hora de recoger el changarro, ya por ahi de las 3am, iniciar el desmontaje, mover todo el equipo para subirlo al camión y de ahi a la bodega a descargar el camión. Terminábamos como a las 5am, y mi primo y yo todabia nos íbamos a cenar unos deliciosos taquitos a una conocida taqueria del centro de San Cristobal. Después de esto nos íbamos a dormir todos molidos y despertábamos hasta por ahi del medio día. En ocasiones teníamos evento viernes y sábados, cuando esto sucedía, nos preparábamos física y mentalmente para aguantar la desvelada, porque era desmontar la fiesta y de ahí movernos a la otra. Para trasladarnos al otro evento nos acomodábamos 4 personas junto con el equipo atrás de la camioneta, íbamos apretaditos y platicábamos durante el traslado o nos dormíamos. Después de un tiempo de viaje, se te entumían hasta las pestañas, y aprovechábamos cualquier parada para bajar del camión, ir al baño y estirarnos.
Parte de lo que me gustaba de este trabajo era que te ahorrabas la paga por ir a la fiesta, incluye un excelente ejercicio durante todo el evento, también el que de vez en cuando nos dábamos el lujo de meter o traer a uno amigo que otro, que al final nos ayudaban a mover el equipo cuando finalizaba el evento; el salir y entrar de la fiesta como en tu casa yo lo consideraba como un lujo.
En una ocasión nos toco cubrir evento en un poblado de Michoacán que colindaba con el Estado de México, me acuerdo que salimos temprano, para poder sondear el lugar e instalarnos. El lugar era una antigua hacienda con jardín e iglesia integrada. Ya una vez en el lugar, el DJ nos decía como se iban acomodar las bocinas y las luces, entonces bajábamos el equipo, tirábamos el cableado y subíamos las luces para iluminar el área de baile. Me acuerdo que se rento una habitación para poder dejar nuestras pertenencias, bañarnos y cambiarnos para la hora de la fiesta. En este evento nos toco vestir de negro con el logo de Staff, y por ahí de las 4pm nos estábamos preparando para regresar a la locación y tomar nuestras posiciones. Ya cuando regresamos a la hacienda, el lugar estaba cambiado por completo, había un sin fin de arreglos florales coordinados, desde la entrada y en cada rincón del rodeo, hermosos centros de mesa con follajes desbordando por los corredores, además de ornamentos colgantes y exuberantes decorativos florales que a mi en lo particular me dejaron perplejo, simplemente me cambiaron mi estado mental, el lugar era otro mucho más bello.
El patio era muy grande, la carpa estaba planeada para 500 invitados y el jardín estaba decorado bellamente para la ceremonia. El olor a las flores era increíblemente rico y se percibía por todo el lugar. La mesa de los novios estaba bellamente decorada y aparentaba ser de la realeza del s. X.
Mi posición en la fiesta era estar a cargo del equipo de audio que se iba a utilizar para la ceremonia y el brindis. Constaba de una bocina, extensión eléctrica y micrófono. En ese entonces la bocina pesaba como 20 kilos, cargaba una extensión como de 100 metros, un soporte para mc, y un micrófono alámbrico. Cuando me dijo mi primo que yo iba a ser el encargado de esto, yo a mi mismo me dije "piece of cake!" Me pareció muy fácil, sin embargo la cosa se me complico, cuando me percate de los movimientos de ultimo minuto que hizo la coordinadora del evento, y para hacer las correcciones tuve que mover rápidamente el equipo al nuevo punto porque la ceremonia estaba a punto de empezar. Cuando ya estaba todo en su debido lugar, sorpresa!! no alcanzo el cable, inmediatamente me lance in sofacto al cuarto donde habíamos dejado una extensión eléctrica, si corrí como loquito por casi 10 minutos y me dio tiempo para conectar la bocina, pffff. El resto del evento fue historia. Yo me divertía y aprendía en cada fiesta que echábamos, fue una excelente etapa de mi vida.
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