Tardeadas de verano en San Cris
- Grupo Chick

- 24 abr 2022
- 5 Min. de lectura
Actualizado: hace 12 horas

Hace ya más de 30 años que colabore como asistente general haciendo fiestas y bodas para un pequeño grupo de emprendedores, que a la vez eran vecinos, y en su momento, a principios de los 90's, se alquilaban para hacer fiestas a domicilio, en salones, jardines, hoteles y haciendas de la región. Nos conocimos jugando fut en la cuadra de donde vivía mi primo, cuando visitaba a mis tíos los fines de semana jugábamos en la calle bote pateado, básquet, beisbol y tochito. Yo tendría unos 18 años cumplidos, y junto con mi primo, y los socios, hacíamos equipo para mover el equipo, las estructuras, bafles, tornamesas, mezcladoras, amplificadores, ecualizadores, cajas y cajas de discos lp's, cableado y luces. Era todo un arsenal de cosas, y se tenia que rentar una camioneta de 3.1/2 toneladas (grande) de redilas para trasladarnos al lugar de la fiesta; yo calculo que en su momento movíamos de 1.5 a 2 toneladas de equipo por evento chico, como para 50 personas.

Las bocinas eran inmensas, el cableado era pesado, el resto del equipo voluminoso, ocupaba mucho espacio y en varías ocasiones sobresalía de las redilas del camión.
Cuando hacíamos las fiestas en el "Multicolor" , después del montaje el equipo de sonido, el encargado nos mandaba a nuestras casas a comer, bañarnos, descansar para lo que yo consideraba "Fiesta Gratis" Pareciera que uno va a estar cotorreando y echando la cheve, que! era estar en la barra y servir de 3 a 4 horas corrido. Ya cuando la gente empezaba a llegar al salón, por ahí de las 8pm, todos tomábamos nuestras posiciones para iniciar con la otra parte del trabajo como staff. El salón para eventos tenia capacidad para 400 personas, pero llegamos a ingresar al lugar a más de 600 personas los Sábados de cada fin de semana . El lugar a las 11 de la noche ya estaba retacado, se retiraban todas las mesas y sillas, y la gente se la pasaba bailando y cotorreando entre si. Se tocaba solo música mezclada, nada de anuncios ni de saludos chafas del MC; el dj era uno de los socios al que apodábamos "Chester", este compa una vez que arrancaba ya no paraba y se encargaba de mantener a la gente bailando con rolas del momento que hacían retumbar el lugar, de verdad se armaban muy buenas fiestas y se mantenía la convivencia sana entre todos, en pocas ocasiones se presentaron trifulcas. En la entrada, un par de compañeros que formaban parte del staff, también tomaban su posición como personal de seguridad, cuando veían que ya estábamos llenos y no había ni espacio para bailar, empezaban a negar el acceso y a batear a la gente, porque era increíble el número de gente que continuaba llegando al lugar y a tardes horas de la noche, y a la gente, le encantaba, aun cuando no entraban al salón, se hacían pequeños grupo de gente donde convivían con quienes esperaban entrar a la fiesta, y ya mas tarde también llegaban en sus puestos los perros calientes, hamburguesas y comida rápida. De todo me toco hacer, en veces apoyaba la barra, sirviendo bebidas, o apoyaba un rato a sincronizar las luces robóticas,. Me acuerdo que estaba muy de moda la música, pop, el rap, hip hop, dance, techno, y rock en español. En ocasiones se armaban las batallas de baile, ya sabes en medio de la pista, salían los dancers cada fin con un paso diferente, las batallas eran de todos contra todos, no había reglas, tampoco insultos, eso si muy buenos movimientos que al final de las batallas dejaban a todos bien cansados y bien bailados.
Lo que a nadie le gustaba del trabajo era la hora de recoger el changarro, las fiestas terminaban a las 2am, ya por ahi de las 3am terminábamos el desmontaje, todo el equipo ya arriba en al camión y de ahi a la bodega a descargar el camión. Terminábamos como a las 5am, y mi primo y yo de regreso a casa de mi tios, nos íbamos a cenar unos deliciosos taquitos a una conocida taquería del centro de San Cristóbal. Después de esto nos íbamos a dormir todos molidos y despertábamos hasta por ahi del medio día. En ocasiones teníamos evento viernes y sábados, cuando esto sucedía, nos preparábamos física y mentalmente para aguantar la desvelada, porque era desmontar la fiesta y de ahí movernos a la otra. Para trasladarnos al otro evento nos acomodábamos 4 personas junto con el equipo atrás de la camioneta, íbamos apretaditos y platicábamos durante el traslado o nos dormíamos. Después de un tiempo de viaje, se te entumían hasta las pestañas, y aprovechábamos cualquier parada para bajar del camión, ir al baño y estirarnos.

Parte de lo que me gustaba de este trabajo era que te ahorrabas la paga por ir a la fiesta, incluye un excelente ejercicio durante todo el evento, también el que de vez en cuando nos dábamos el lujo de meter o traer a uno amigo que otro, que al final nos ayudaban a mover el equipo cuando finalizaba el evento; el salir y entrar de la fiesta como en tu casa yo lo consideraba como un lujo.
En una ocasión nos toco cubrir evento en un poblado de Michoacán que colindaba con el Estado de México, me acuerdo que salimos temprano, para poder sondear el lugar e instalarnos. El lugar era una antigua hacienda con jardín e iglesia integrada. Ya una vez en el lugar, el DJ nos decía como se iban acomodar las bocinas y las luces, entonces bajábamos el equipo, tirábamos el cableado y subíamos las luces para iluminar el área de baile. Me acuerdo que se rento una habitación para poder dejar nuestras pertenencias, bañarnos y cambiarnos para la hora de la fiesta. En este evento nos toco vestir de negro con el logo de Staff, y por ahí de las 4pm nos estábamos preparando para regresar a la locación y tomar nuestras posiciones. Ya cuando regresamos a la hacienda, el lugar estaba cambiado por completo, había un sin fin de arreglos florales coordinados, desde la entrada y en cada rincón del rodeo, hermosos centros de mesa con follajes desbordando por los corredores, además de ornamentos colgantes y exuberantes decorativos florales que a mi en lo particular me dejaron perplejo, simplemente me cambiaron mi estado mental, el lugar era otro mucho más bello.

El patio era muy grande, la carpa estaba planeada para 500 invitados y el jardín estaba decorado bellamente para la ceremonia. El olor a las flores era increíblemente rico y se percibía por todo el lugar. La mesa de los novios estaba bellamente decorada y aparentaba ser de la realeza del s. X.
Mi posición en la fiesta era estar a cargo del equipo de audio que se iba a utilizar para la ceremonia y el brindis. Constaba de una bocina, extensión eléctrica y micrófono. En ese entonces la bocina pesaba como 20 kilos, cargaba una extensión como de 100 metros, un soporte para mc, y un micrófono alámbrico. Cuando me dijo mi primo que yo iba a ser el encargado de esto, yo a mi mismo me dije "piece of cake!" Me pareció muy fácil, sin embargo la cosa se me complico, cuando me percate de los movimientos de ultimo minuto que hizo la coordinadora del evento, y para hacer las correcciones tuve que mover rápidamente el equipo al nuevo punto porque la ceremonia estaba a punto de empezar. Cuando ya estaba todo en su debido lugar, sorpresa!! no alcanzo el cable, inmediatamente me lance in sofacto al cuarto donde habíamos dejado una extensión eléctrica, si corrí como loquito por casi 10 minutos y me dio tiempo para conectar la bocina, pffff. El resto del evento fue historia. Yo me divertía y aprendía en cada fiesta que echábamos, fue una excelente etapa de mi vida.
Para mi era genial colaborar en este excelente equipo de trabajo, porque había la oportunidad de aprender del giro y hacer cosas diferentes en cada evento.
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